Por Angel Herrera / Actualizado 12 Enero 2021, 08:19
El 2021 ya comienza a ver sus primeras batallas legales dentro de la industria de los videojuegos. En esta ocasión, son Riot Games y Bungie los encargados de iniciar las disputas pero no como rivales, sino como aliados, ya que las dos compañías lanzaron una demanda contra un hombre y su equipo que venden un software especialmente diseñado para hacer trampa en los juegos de Valorant y Destiny 2.
Con la demanda, Bungie y Riot buscarán que Gator Cheats cese sus operaciones en definitiva.La demanda en cuestión fue dirigida hacia Gator Cheats y su dueño Cameron Santos. Según alegan las compañías, en el pasado ya habían charlado con el involucrado y enviado un aviso de «Cese y desista» para que dejara de promover y utilizar su software que, por cuotas que iban de los 90 dólares mensuales a una suscripción completa de 500 dólares, permitía a los interesados obtener algunas ventajas injustas al interior de los juegos, tales como mejora automática en la puntería de las armas, conocer la vida restante y equipo de los rivales, recuperación de salud inmediata, entre otras.
En su momento, Santos y su equipo accedieron a la petición y dijeron que solamente continuarían ofreciendo apoyo a aquellos que habían pagado por el programa. Sin embargo, los equipos legales de Riot y Bungie descubrieron que dicho programa continuaba en venta y operando. Los abogados de las dos compañías mencionan que las operaciones de Gator Cheats han afectado a Riot y Bungie en acciones que ascienden a millones de dólares y que promueven un ambiente competitivo injusto. Con esta demanda, buscarán que el programa cese en definitiva sus operaciones y que los responsables del mismo paguen por los daños causados.
Este conflicto se suma a otros que ocurrieron en días recientes como el de Koei Tecmo contra los modders de Dead or Alive Extreme, o Nintendo que consiguió la remoción de cientos de juegos hechos por fans de un popular sitio de desarrolladores indie.